El más clásico de los recorridos milaneses, del Castillo a la Catedral, entre historia, curiosidades, anécdotas y símbolos.
El Castillo Sforzesco, residencia y fortaleza del Siglo XV, patrocinado por la familia Sforza y ya modelo de arquitectura militar, hoy es un dinámico lugar de encuentro para milaneses y turistas.
Atravesando algunas de las calles de las compras llegamos a plaza de la Scala: no se pierdan la visita del interior del célebre teatro, templo de la ópera entre elegancia y “cotilleo”.
La Galería Vittorio Emanuele, cada día más elegante, nos lleva al Milán de la segunda mitad de 1800, cuando este monumento nació como símbolo de modernidad.
Al salir de la galería, nos quedamos boquiabiertos admirando la Catedral, iglesia única en Italia por su estilo gótico a lo francés, por su tamaño, por sus mármoles que llegaron a la ciudad durante siglos gracias a los canales artificiales conocidos como Navigli. Entrando con un guía turístic@ se puede aprovechar la entrada “Grupos reservados”, reduciendo los tiempos de espera (nos ocupamos nosotr@s de la reserva).
Duración: 3 horas aproximadamente, según los monumentos que se quieran visitar también en el interior.
Además del castellano, este recorrido está disponibles en inglés, francés, alemán y portugués.